Uno de los elementos más arraigados entre las actuales comunidades mayas es la vivienda. En su visión, el hogar hermana a los pueblos de la raza maya. Sus construcciones son de base ovalada elaboradas en madera, piedra y palma de huano.
El interior está dividido con cortinillas de tela; las hamacas sirven para dormir y en el día se cuelgan en la pared. La cocina, en la parte trasera, cuenta con el fogón, la banqueta (mesita circular) y el banquillo. En este espacio no puede faltar el comal, una pieza redonda de lámina o de barro para cocer las tortillas de masa de maíz. Las paredes están hechas con varas de madera de bajarete recubiertas con embarro (mezcla hecha a base de tierra roja, zacate y agua).
Las casas típicas mayas se techan a dos aguas con hojas de palma de huano, carecen de ventanas y tienen una puerta delantera y otra trasera. Además, son térmicas, lo que significa que en tiempos de canícula son frescas y en los de frío, tibias.
De la higiene destaca que la gente es pulcra y acostumbra el baño una o dos veces al día, pues debido a la ubicación geográfica del sureste de México, el calor es muy elevado casi todo el año.
Tradiciones
En cuanto a las celebraciones y fiestas es observable la presencia de ritos tanto europeos como mayas. Sin embargo, aún no se muestra un completo sincretismo como en las regiones centrales del país, debido a que hay manifestaciones de tradición maya, otras únicamente católicas y otras que resultan de la combinación entre ambas.
Ejemplo de ello son las festividades organizadas en honor a los dioses mayas como Chaac; las pertenecientes al santoral católico como las patronales o de Semana Santa; y las relacionadas con la Santa Cruz que coinciden con el inicio de la temporada de lluvias, así como el Sábado de Gloria, cuando se enciende el Fuego Nuevo.
yo soy un pro
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